Por fin llegamos a Menorca, aunque ya habíamos estado en esta paradisiaca isla por tierra, teníamos pendiente la vuelta a Menorca en velero y finamente este pasado verano hemos conseguido navegar por sus aguas en dos ocasiones, la primera fue en primavera y la segunda al final del verano. Por suerte para nosotros en estas dos épocas no había demasiados barcos en los fondeaderos y pudimos disfrutar de sus calas casi en exclusiva.
La ventaja de navegar en Menorca es que hay tantas calitas como quieras encontrar, así que a nada que te muevas encuentras un nuevo escondite, calas en las que no tendrás ni cobertura, ni un bar y otras en las que podrás salir a cenar o dar un largo paseo por su playa de arena fina.
La Gastronomía.
Como punto a destacar, nos encantó la oferta gastronómica de Mahón, a lo largo de su puerto natural de unas 5 millas desde la bocana hasta el final, puedes encontrar infinidad de restaurantes de todo tipo de comida, desde una hamburguesa hasta los más deliciosos platos locales.
Si quieres llevarte un buen recuerdo gastronómico, puedes visitar Farmers & Co y degustar los mejores productos del campo de Menorca.
No podemos dejar de mencionar la parada obligatoria en Fornells y su famosa Caldereta de Langosta o la visita a Binibeca, pasear por sus calles repletas de pequeñas casas blancas. Una visita a La Ciudadela o una caminata por el Camí d’en Cavall. Por supuesto no nos olvidemos de las actividades acuáticas, excursiones en paddle surf por las calitas, snorkel y por supuesto una salida de buceo con los clubs de buceo local. 
Os invitamos a conocer esta increíble isla de Menorca en velero, donde cada día que pases, más te enamorará. Os recomendamos el mes de junio y la primera quincena de julio, quizá cuando mejor tiempo hace y menos aglomeración de barcos hay, aunque al contrario que Ibiza, en Menorca siempre encontramos un rincón donde refugiarnos lejos del ruido de tierra.
Una de las cosas que más nos gusta es que sigue siendo una isla bastante natural, las calas siguen manteniendo su virginidad y sus playas de arena blanca y aguas turquesas te hacen sentir en un auténtico paraíso.
